El género de los juegos de puzles está un poco infravalorado. Teniendo en cuenta la increíble calidad de muchos de ellos, no demasiados se recuerdan, y apenas unos cuantos han llegado a formar parte de la historia de los videojuegos. Gracias a la expansión de la escena independiente, hemos visto cada vez más proyectos con ideas fantásticas, desde The Witness a Gorogoa, pasando por The Stanley Parable, la lista derrocha una calidad envidiable. Y lo mejor es que seguimos recibiendo títulos dispuestos a ofrecer nuevas mecánicas, como es el caso de Superliminal.
Por encima del umbral de la conciencia
Superliminal es un juego de puzles en primera persona donde la percepción es la realidad. ¿Qué significa esto? Básicamente que lo que vemos es lo real, independientemente de que no tenga sentido desde un punto de visto físico. El concepto puede ser difícil de explicar, lo que da a entender la originalidad del concepto. Para entendernos, en este título los efectos ópticos se transforman en realidad. Pensad en las fotos en las que alguien parece aguantar la Torre de Pisa o agarrar el Sol entre sus dedos. Aquí, con el ángulo adecuado, podemos hacer que esa persona se convierta en un gigante o el Sol adquiera un tamaño diminuto que quepa en nuestra mano. Un ejemplo real, para que os hagáis una idea, es coger una pequeña cuña de queso y convertirla en una rampa de varios metros de altura.
De igual modo, si varios elementos se alinean para formar una imagen, ésta se convierte en realidad. Pensad en las figuras que formamos en Hellblade: Senua’s Sacrifice, o incluso en Echochrome (cuya banda sonora no nos cansaremos de elogiar): mientras parezca que estamos formando una figura o un camino, esa figura o ese camino será realVenir de Tragamonedas Gratis Online. Esto da pie a momentos fantásticos, como coger una pequeña casa de juguete y convertirla en un escenario gigantesco que podemos explorar. La sensación de sorpresa, de descubrimiento y de no haber jugado nada igual es magnífica, pero nos parece que está algo desaprovechada. Muchos juegos pueden partir de una base sobresaliente, pero si ésta no se aprovecha, al final acaba perdiendo su impacto.
Esto es un poco lo que pasa en Superliminal. Algunos puzles son de 10, pero otros son de 5, y los altibajos son constantes. Hay tantísimas maneras de aprovechar esta idea que nos da un poco de pena ver cómo muchas veces acaba limitándose a encontrar el objeto interactivo y a hacer algo con él. Y, ojo, entendemos que es un título para el que tiene que ser muy complejo diseñar puzles; de ahí que no nos permitan interactuar con cualquier elemento, pero cuando sólo hay un par de cosas que reaccionan, inevitablemente nos están dando una pista sobre lo que tenemos que hacer. Volvemos al ejemplo de antes: si entramos en una habitación y sólo se puede interactuar con la cuña de queso, no hay mucho margen de exploración.
Aun así, nos lo hemos pasado bien con él. Siempre agradecemos tener entre manos algo que intente algo diferente, e incluso si no aprovecha al máximo esas ideas, es preferible a otro juego de puzles genérico. Tiene momentazos, y algunos puzles te dejan con la boca abierta, pero no siempre sabe mantener el ritmo, incluso durando tan sólo -en nuestro caso- unas dos horas y media. Como todo juego de puzle, por supuesto, depende mucho del jugador, ya que puedes encontrarte con un par de puzles que se te atragantan y te duplican la dirección.
Un sueño del que no puedes escapar
La idea de Superliminal es, como su nombre indica, es explorar lo supraliminal mientras dormimos; es decir, explorar lo que podríamos conseguir si durante nuestros sueños estuviésemos por encima del umbral de la consciencia. Es una historia curiosa, organizada en una manera similar a lo visto en Portal, donde somos el sujeto de un experimento y varias voces nos guían a través de las pruebas y de la narrativa. Al final la historia no consigue brillar, pero ofrece un hilo lo suficientemente interesante como para mantenernos entretenidos hasta el final.
En lo técnico, es un título que no destaca en la superficie, pero que, estamos seguros, tiene un trabajazo brutal detrás para hacer que podamos manipular esos escenarios oníricos. Hay algunos bugs puntuales, aunque nada particularmente grave en nuestro caso, y también hemos notado algo de stuttering, unos pequeños microcortes, al desplazarnos por algunos entornos, pero en general todo se mueve bastante bien (aviso: justo antes de publicar el análisis el juego ha recibido una actualización que soluciona estos problemas). Como nota, nos ha llamado la atención que no permita modificar los gráficos en absoluto, más allá de la resolución y de la sincronización vertical.
En lo sonoro, tenemos música relajante que nos ha encantado, un poco de ascensor, pero que encaja muy bien con la propuesta. Cuando estás intentando pensar, y cuando la historia del juego te lleva hasta tus sueños, lo último que quieres es música machacona. La música se ve acompañada por dos voces, que nos van desvelando diferentes partes de la trama. Las voces están en inglés, pero contamos con subtítulos en español que, sin ser brillantes, nos ayudan a entender la historia si nos cuesta entender el idioma anglosajón.
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Cuando suena la alarma
Superliminal es uno de esos juegos que podría haber sido sobresaliente, pero se queda en un notable. Sus desarrolladores llevan un buen puñado de años trabajando en él, y el concepto es, sencillamente, fantástico, pero su ejecución es algo mejorable. La creatividad desbordante de la idea principal se choca de frente con la falta de ideas para diseñar algunos de los puzles, y esto nos da algunos momentos que nos dejarán con la boca abierta, pero también muchos otros nada inspirados. Es un título que podría haber sido un auténtico sandbox de los puzles (en el sentido de ese cajón de arena en el que podemos crear nuestras propias aventuras), pero que resulta ser un título que aprovecha al máximo sus ideas. Esperamos que Pillow Castle no se rinda y vuelva repleto de ideas para una potencial secuela. Mientras tanto, si os gustan los puzles, no dudéis en darle una oportunidad.
Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Evolve PR.
